Como constato Edward Bach, el creador de las Flores de Bach,
que el agua puede almacenar la información de los campos magnéticos generado
por flores y plantas con las que entra en contacto, es decir el agua puede
tener memoria. Más adelante se han hecho
estudios donde se demuestra que las moléculas de las sustancias vivas tienen un
determinado espectro de frecuencia que se puede gravar digitalmente, para poder
ser estudiada con más profundidad. También hay estudios donde se demuestra que
la estructura molecular del agua puede modificarse simplemente con imágenes,
pensamientos, palabras, frases, emociones…
El Japonés Masaru Emoto, es un gran experto en este campo, a partir de diferentes estudios realizados por el, afirma que las palabras, oraciones, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre la forma de los cristales de hielo obtenidos del mismo. Según Emoto, la apariencia estética de los cristales dependería de si las palabras o pensamientos sean positivos o negativos.
Pero, aun que tenga fotos y estudios que corroboran su gran descubrimiento, han sido descartadas por la comunidad científica, como muchos otros estudios que tampoco les han interesado, sean por temas económicos, por temas espirituales...
Masaru Emoto se baso en los
trabajos de químico y medico Mu Shik Jhon que escribió a partir de sus mas de
30 años de investigación el libro: “ El puzle del agua”, en este libro explica
que el agua no solo es esencial para la eliminación de desechos metabólicos y
como catalizador de reacciones químicas en el cuerpo, sino que también es un
excelente de transmisión de energía ya que ella la puede retener por su tipo de
cristalización, en particular si es un
agua con estructura hexagonal¸ es decir formando una estructura e seis moléculas
unidas en un anillo en forma de hexágono.
Esta estructura favorece el almacenamiento de energías, al
ser cualquier energía su calor específico más alto que el del agua con
estructura pentagonal.
El agua hexagonal tiene mayor capacidad para expulsar desechos,
absorber cambios de temperatura y proteger de las influencias energéticas negativas,
siempre y cuando este el agua en movimiento. Por eso es importante antes de beber
agua mover la botella, para que haya movilidad de moléculas.
Foto extraída de: www.uib.es
El agua de manantiales y cascadas incorporan disueltos
numerosos minerales que se mantienen en
forma iónica como; calcio, sodio, zinc, hierro, plata cobre, fortaleciendo asi
la molécula del agua, aun que también hay minerales que la debilitan como podría
ser, potasio, cloro, flúor, aluminio, azufre que se encuentran en cantidades en
la natura, pero por desgracia el ser humano ha contaminado gran parte de los
manantiales y cascadas… como la gran mayoría de cosas que contaminamos.
Mirar este documental, es muy bonito: http://www.youtube.com/watch?v=01gYfRr4boI